Sobre Nosotros
El departamento de salud de la Iglesia Adventista promueve un estilo de vida saludable entre los miembros de la iglesia y su entorno social. Anima a los miembros a ser testimonios de vida vivos para así facilitar la acción del Espíritu Santo en sus vidas.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) cree que su responsabilidad es dar a conocer a Cristo alrededor del mundo, y esto incluye la obligación moral de preservar la dignidad humana mediante la promoción de un excelente bienestar físico, mental y espiritual de las personas. La IASD también cree que a través de la mente el ser humano puede estar en contacto con las realidades espirituales, y como la mente tiene su asiento en el cuerpo, todo lo que afecta al correcto funcionamiento del organismo, en mayor o menor medida, afecta negativamente a la mente y la incapacita para las percepciones espirituales.
Además de cuidar de los enfermos, el Ministerio de Salud de la Iglesia Adventista tiene la responsabilidad de promover la prevención de enfermedades a través de una educación sanitaria eficaz y una salud óptima, sin cigarrillos, alcohol, drogas y otros productos poco saludables.
Este Ministerio fomenta el hábito de una dieta sana, recomendando la alimentación vegetariana como una forma más saludable de vida.
La misión del Ministerio de Salud de la Iglesia Adventista es establecer un medio para aliviar las enfermedades y sufrimientos en el mundo, empezando por la comunidad más cercana, desarrollando programas que promuevan el bienestar físico, mental, social y espiritual de las personas. El objetivo es aportar un máximo discernimiento moral y espiritual, buscando la claridad de la mente, para que la gente este capacitada para discernir entre el bien y el mal, entre la verdad y el error.
El Ministerio de Salud cuenta con los siguientes fines:
- Preservar la dignidad humana.
- Promover un estilo de vida saludable.
- Hacer frente a los daños físicos y sociales causados por el alcohol, el tabaco, las drogas y sustancias nocivas.
- Promover la obediencia a las leyes divinas de la salud.
- Desarrollar un discernimiento más claro en el aspecto moral y espiritual mediante la promoción de hábitos saludables.
- Anunciar la plenitud el mensaje del Evangelio al promover el bienestar físico, mental, social y espiritual de todas las personas.