Involucrar a los adolescentes en el servicio misionero y comunitario, con el fin de acentuar su crecimiento espiritual que los ayudará a establecer un modelo de servicio para toda la vida.
Preparar a cada adolescente para que sea un discípulo de Jesús, teniendo una vida plena y productiva en la tierra tornándose en un ciudadano del reino de los cielos.
Dios da a la iglesia el mandato de alimentar a los corderos del rebaño (Juan 21:5) y llevar a los adolescentes a Cristo (Mar. 10:13,14). Comisiona a la iglesia a evangelizar a los adolescentes; fortaleciéndolos en su crecimiento espiritual con vistas a una relación de por vida con Dios y con la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Todos los miembros de iglesia tienen el privilegio y la responsabilidad de mostrar el amor de Cristo, cuidar y ayudar a los adolescentes a construir un sólido fundamento que les permita tener y mantener la óptica adventista del séptimo día a través de toda su vida.
Facilitar la profundización de la experiencia espiritual de los adolescentes; con el fin de atraerlos a una amistad redentora con Cristo y a un compromiso con la Iglesia Adventista del Séptimo Día para esta vida; hasta el regreso de Jesús.
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas, no tengo en ellos contentamiento”.
Eclesiastés 12:1