ORIENTACIONES SOBRE LAS REUNIONES VIRTUALES Y PRESENCIALES

Los desafíos de la pandemia ya duran por lo menos un año y han causado sufrimiento a muchas personas. La Iglesia Adventista del Séptimo Día continua atenta a esa situación y enfatiza la necesidad de ampliar el cuidado en la realización de cultos y programas. Es importante que las reuniones presenciales o virtuales sean evaluadas por los líderes locales, mediante un cuidadoso análisis de riesgos, e impacto social. Las reuniones deben realizarse solo con el apoyo de la administración de las Asociaciones/Misiones correspondientes, y siempre que no entren en conflicto con los decretos y las condiciones sanitarias locales. Para eso, deben tenerse en cuenta las siguientes recomendaciones:

  1. Cultos, reuniones y atención digital
    1. Enfatizar la práctica de medidas sanitarias como el uso de mascarilla o barbijo, el distanciamiento social, la higienización de las manos y el control de la temperatura.
    2. Priorizar el uso de Zoom (o recursos similares) para la realización de reuniones, favoreciendo la interacción y la integración de los participantes.
    3. Evaluar regularmente las condiciones de seguridad para la realización de cultos presenciales, y también la necesidad de reuniones virtuales.
    4. Mejorar el programa de culto y de la Escuela Sabática para atender al público virtual.
    5. Orientar para que participen de las reuniones de manera virtual las personas que pertenecen a los grupos de riesgo, que presenten síntomas gripales o de COVID-19 y que mantuvieron contacto con infectados.
    6. Atender a los interesados por medio de los canales de comunicación de la iglesia.
    7. Realizar actividades presenciales con niños y adolescentes solo cuando se reciba la autorización para las clases presenciales en las escuelas de la región.
  2.   Templos
    1. Respetar el distanciamiento en todas las reuniones, evitando aglomeraciones.
    2. Adoptar los cuidados sanitarios en todos los ambientes del templo.
  3. Pastores
    1. Dar el ejemplo con relación a los cuidados de salud y el uso de EPI (Equipo de protección individual).
    2. Incentivar a la iglesia para un movimiento sólido de oración y estudio de la Biblia.
    3. Organizar un plan de atención a los miembros e interesados.
    4. Fortalecer la participación misionera de la iglesia en el ambiente digital.
    5. Intensificar el cuidado de las familias en situación de vulnerabilidad.
    6. Enfatizar el culto diario de la familia.
    7. Organizar equipos de profesionales de salud en las iglesias locales para ayudar y orientar a los miembros en cuanto a los cuidados sanitarios.
    8. Respetar las normas sanitarias al realizar bautismos y ceremonias de Santa Cena.
  4. Asociaciones y Misiones
    1. Priorizar actividades relacionadas a la iglesia local.
    2. Realizar reuniones y capacitaciones por los medios virtuales cuando hubiera aumento de riesgos en el modelo presencial.
    3. Reforzar los énfasis estratégicos de manera virtual o presencial:
      • Visitación. Reafirmar la importancia del cuidado pastoral.
      • Adoración. Realizar cultos adaptados a la realidad digital, fortaleciendo la predicación bíblica.
      • Movilización. Movilización. Reforzar el concepto de discipulado (Comunión, Relacionamiento y Misión) por medio de los grupos pequeños y de las unidades de acción.

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